viernes, 22 de julio de 2011

PROLOGO



Entre los cerros más altos de la Cordillera de la Costa del desierto de Atacama, coronados permanentemente por una capa de nubes y frente a las ricas aguas del Océano Pacífico, se yergue en la estrecha planicie costera un caserío llamado Paposo, permaneciendo casi oculto en el tiempo y en la bastedad de este desolado territorio. Un halo de misterio encierra la historia de uno de los pueblos más antiguos de esta región, que junto a sus ricas y ancestrales tradiciones, alberga a pescadores y pirquineros que han sabido permanecer vigentes a pesar de las continuas etapas culturales a las que han sido sometidos.
6.000 años de ocupación humana dejaron sus vestigios y manifestaciones culturales en cada rincón de este territorio, Los changos y sus ancestros nos dejaron sus notables manifestaciones culturales, producto de una especializada forma de vida ligada al mar y a la obtención de recursos de los cuales disponían, destacándose su desconocido arte rupestre y los enigmáticos vestiglos de sus originales asentamientos. La presencia de agua dulce en vertientes y aguadas, permitió la ocupación humana y la vida en este desierto, así como la proliferación de una rica avifauna en sus cerros y quebradas, la abundante nubosidad y humedad atmosférica trasformo a Paposo en un referente de la exuberancia y diversidad de especies botánicas existentes en nuestro país. La presencia y disponibilidad de estos recursos en medio del desierto, definieron su vocación como punto de abastecimiento de pertrechos en época de la colonia, de convergencia y expansión para atravesar el "Despoblado de Atacama" camino al sur, sirviendo posteriormente en épocas históricas como campamento a la incipiente explotación minera del cobre, plata y salitre, convirtiéndose a mediados del siglo XIX en un centro de construcción de balsas de cuero de lobo, para el trasporte de minerales a los navíos anclados en las bahías de los puertos del norte.
La condición de aislamiento producto de su geografía, le permitió a sus habitantes desarrollar y preservar ricas tradiciones producto de condiciones adaptativas propias, que luego se extendieron a otras latitudes, destacándose entre otras prácticas el uso de las plantas medicinales. La proliferación de mitos y leyendas que destacan la belleza de sus paisajes, la abundancia de sus aguas y de sus cerros, se encuentran arraigados profundamente en las tradiciones de las familias, pescadores y pirquineros que deambulan por estas tierras transformándolos en creadores y portadores de una rica y poco conocida identidad cultural.
A lo largo del tiempo, sus habitantes han sido testigos de grandes cambios culturales y sometidos a los vaivenes de la explotación de los recursos naturales, partiendo desde una economía de autosubsístencla extrayendo principalmente productos marinos, hasta transformarse en protagonistas de la explotación minera, asumiendo nuevas labores. Hoy en día al Igual que en el pasado, les ha tocado a los paposlnos ser partícipes del desarrollo económico de la región y del país, con la instalación en su patio trasero de una planta termoeléctrica que alimenta de energía a los siempre demandantes procesos productivos de la gran minería.
La vertiginosa propagación de manifestaciones culturales lejanas, producto de nuevas vías de comunicación y de interacción, la habilitación de nuevas carreteras hacen urgente la Importancia y necesidad de preservar las tradiciones ancestrales conectando e integrando a la actual comunidad de Paposo a través del reencuentro y reconocimiento con su pasado esplendoroso, valorando y dando a conocer a todas la generaciones del legado histórico del cual son herederos.

Patricio Núñez Henríquez Investigador Asociado Museo Augusto Capdevllle Taltal


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