viernes, 22 de julio de 2011

PLANTAS DE USO MEDICINAL


Producto de miles de años de adaptación de las comunidades costeras, se desarrollo una larga tradición del uso medicinal de las diferentes especies vegetales existentes en el territorio. Se cree que fueron las mujeres de la comunidad, encargadas de la recolección y preparación de alimentos, y de cuidar a los enfermos,  en general labores curanderas y de sanación, fueron quienes  alcanzaron un alto grado de especialización en el conocimiento de las especies  vegetales, donde lograron una selección notable de arbustos, frutos silvestres, plantas comestibles y, especialmente, aquellas especies vegetales que desempeñaron una relevante función medicinal.
Un amplio espectro de males o enfermedades comunes entre los pescadores, que a diario soportaban los rigores del frío derivado de la alta concentración de humedad y de las frías aguas del pacifico. Tal es el caso del reumatismo que provoca dolores permanentes en los huesos, especialmente piernas y brazos. Con frecuencia se empleó, con el propósito de curar estas dolencias, las especies charcoma (Lycium fragosum), manzanilla (Perityle emoryi), Pingo Pingo (Ephedra breana), flor del minero (Centaurea atacamensis), doradilla (Adiatum chilensis),  monte negro (Heliotropium taltalense), Amancay (Balbisia peduncularis).
Para sanar de un resfrió, y aliviar de  la congestión de las vías respiratorias, se recetaba el uso del tronco machucado de la especie malvilla, Cristaria integerrima, para su inhalación, y de esta manera despejar las vías nasales.
Para combatir los efectos de los golpes, producto de actividades extractivas o recolectoras, estos podían ser aliviados con la aplicación de plantas nativas. Si los golpes producen heridas externas, para evitar la infección, se machucan las hojas del vegetal conocido como Espuela de Galán (Tropoelium tricolor), por los lugareños actuales, con el líquido obtenido se limpia la zona afectada. También, de acuerdo a la envergadura del golpe, presumiblemente, fue empleada también como pomada, que permitió atenuar el golpe. Otra posibilidad era machucar las hojas de la planta Oreja de Toro, de la especie Plantago litoralis, luego se tuestan y se aplican. Este último procedimiento permitió disminuir la hinchazón, cubrir las heridas y evitar las infecciones. Seguramente en el siglo XIX, se inició la práctica de emplear, para los golpes, la especie conocida comúnmente como Toronjil Cuyano. Otra posibilidad la constituía la especie nativa Calandrinia grandiflora. También se machuca y el líquido se aplica para disminuir el tejido hinchado.
 “Seguramente, si algún miembro del grupo familiar experimentaba dolores estomacales, quizás por leche de cabra o pescado en mal estado, las mujeres preparaban un brebaje de Calzón de Lagarto (Notholaena mollis), para aliviar el dolor. También se empleó, para este fin, la corteza, el tallo y la flor de la especie Copiapoa cinerea, cactácea que solo en Paposo se encuentra en estado natural.
Naturalmente los niños experimentan estados febriles con temperaturas altas. Para ello se empleaba la especie Ñilhue Chico (Sonchus asper), Ñilhue Grande (Sonchus oleraceus), moliendo la hoja sobre un trozo de género. Luego se exprime y con el líquido resultante se hacían frotaciones en todo el cuerpo para disminuir la intensidad de la fiebre”.
Extracto del libro "Plantas Medicinales de uso Tradicional de la localidad de Paposo" G. Gutiérrez- L. Lazo

1 comentario:

  1. Buen blog, dudo que esté operativo.. pero me encuentro investigando sobre plantas autóctonas de la segunda región para su uso en odontología.
    Si alguien sabe alguna fuente de búsqueda agradeceria saberla.

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